INTELIGENCIA artificial en el tercer mundo...
Ética de la IA en salud: ¿quién protege a los pacientes del Tercer Mundo?
Enumera las principales implicaciones éticas de la tecnología en países en desarrollo
INTELIGENCIA ARTIFICIAL IA EN TERCER MUNDO
Dr Enrique Angarita
5/26/20254 min leer


La inteligencia artificial promete revolucionar la medicina: diagnósticos más rápidos, decisiones clínicas más precisas, atención personalizada. Sin embargo, en los países del Tercer Mundo, esta promesa también viene cargada de riesgos éticos únicos.
¿Qué ocurre cuando se usan algoritmos entrenados en poblaciones diferentes? ¿Quién vela por los derechos de pacientes que apenas tienen acceso a información básica sobre su salud? ¿Qué protección tienen sus datos?
Este artículo examina los principales dilemas éticos que surgen al implementar IA en sistemas de salud vulnerables, donde el poder, el conocimiento y los recursos están profundamente desigualmente distribuidos.
1.Sesgos algorítmicos: ¿sirve una IA entrenada en el Norte para pacientes del Sur?
Muchas IA médicas han sido desarrolladas y entrenadas en países con:
Poblaciones predominantemente caucásicas.
Infraestructura de salud avanzada.
Registros médicos electrónicos detallados.
Cuando estas tecnologías se aplican en contextos con poblaciones distintas, sistemas de salud fragmentados y datos escasos o desordenados, el rendimiento puede deteriorarse.
Ejemplo real:
Una IA entrenada para detectar cáncer de piel en imágenes claras falla al aplicarse en pacientes con tonos de piel más oscuros, comunes en África o América Latina.
Riesgo ético:
Los errores no solo disminuyen la eficacia, sino que aumentan la inequidad: los pacientes más vulnerables reciben decisiones incorrectas o menos confiables.
2.Consentimiento informado en poblaciones con bajo acceso a la educación digital
El consentimiento informado es una piedra angular de la ética médica. Pero ¿cómo garantizarlo en regiones donde:
No hay claridad sobre qué es la IA.
La población tiene baja alfabetización digital.
No se explican adecuadamente los riesgos o usos de los datos?
Ejemplo práctico:
Una comunidad rural participa en un programa piloto de IA sin entender que sus datos serán usados para desarrollar modelos predictivos comercializables en otro país.
Riesgo ético:
Instrumentalización de poblaciones vulnerables sin participación real ni conocimiento del impacto.
3.Protección de datos personales: ¿quién controla la información del paciente?
Los datos son el combustible de la IA. Pero en muchos países en desarrollo:
No existen leyes robustas de protección de datos.
No se exige anonimización adecuada.
Se comparte información sensible sin protocolos claros.
Riesgo:
Vulneración de la privacidad, filtración de historias clínicas, uso de datos con fines comerciales sin consentimiento.
Ejemplo:
Un sistema de IA para detección temprana de tuberculosis recopiló datos biométricos sin políticas de almacenamiento seguro. Un ataque cibernético expuso la identidad de miles de pacientes.
4.Dependencia tecnológica sin soberanía digital
Implementar soluciones de IA en salud muchas veces implica depender de proveedores extranjeros que:
No rinden cuentas localmente.
Operan con modelos opacos (“cajas negras”).
No adaptan sus algoritmos al contexto local.
Riesgo ético:
Pérdida de autonomía en las decisiones clínicas y tecnológicas. Los sistemas de salud se vuelven dependientes de actores externos, sin mecanismos de control.
Reflexión crítica:
¿Estamos exportando dependencia digital bajo la promesa de modernización?
5.Distribución desigual de beneficios
Los desarrolladores de IA, inversores y empresas tecnológicas suelen concentrar los beneficios económicos. Mientras tanto:
Los pacientes de bajos recursos solo acceden a versiones limitadas.
Las comunidades que “entrenan” los algoritmos no reciben compensación.
Las ganancias no se reinvierten en fortalecer los sistemas locales.
Pregunta ética central:
¿Quién se beneficia realmente del despliegue de IA en salud en el Tercer Mundo?
6.Exclusión de las comunidades locales en el diseño de soluciones
Muchas iniciativas de IA se imponen desde arriba hacia abajo: grandes empresas, gobiernos o donantes diseñan soluciones sin consultar a los usuarios reales —pacientes, trabajadores de salud, líderes comunitarios.
Consecuencia:
Fallas en la implementación, rechazo social, pérdida de confianza.
Ejemplo real:
Un chatbot de salud materna en África fracasó porque usaba expresiones técnicas incomprensibles para las mujeres locales y no contemplaba sus prácticas culturales.
7.Falta de comités éticos preparados para evaluar IA
Los comités éticos tradicionales están diseñados para ensayos clínicos, no para evaluar:
Sesgos algorítmicos.
Riesgos de explotación de datos.
Modelos opacos (“black box AI”).
En países del Tercer Mundo, muchos comités no tienen ni la formación ni las herramientas para emitir juicios informados sobre IA.
Riesgo:
Proyectos éticamente dudosos pasan sin escrutinio, o iniciativas valiosas son bloqueadas por miedo o ignorancia.
Conclusión
La ética de la inteligencia artificial en salud no puede importarse ni improvisarse. Debe ser construida desde el contexto, con participación de quienes viven y trabajan en los entornos donde estas tecnologías se aplican.
Resumen de dilemas éticos clave en el Tercer Mundo:
Sesgos por entrenamiento en poblaciones diferentes.
Consentimiento informado limitado o inexistente.
Falta de leyes de protección de datos.
Dependencia tecnológica sin control local.
Desigualdad en la distribución de beneficios.
Extranjerización del diseño tecnológico.
Déficit de capacidades éticas y regulatorias.
Propuestas para una IA ética e inclusiva:
Promover participación comunitaria en el diseño y monitoreo.
Fortalecer comités éticos con expertos en tecnología.
Exigir transparencia algorítmica y soberanía digital.
Crear marcos legales claros sobre privacidad y uso de datos.
Establecer estándares éticos regionales para IA en salud.
En última instancia, una IA verdaderamente ética no es solo la que hace menos daño, sino la que contribuye activamente a reducir desigualdades estructurales y respeta la dignidad de todos los pacientes, sin importar su lugar de origen o nivel socioeconómico.
¿Crees que los pacientes de países en desarrollo están suficientemente protegidos ante el avance de la IA en salud?
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